Área de identidad
Código de referencia
Título
Fecha(s)
- 1790 - 2021 (Creación)
Nivel de descripción
Sección
Volumen y soporte
10 unidades de conservación. 0,82 metros lineales
Área de contexto
Nombre del productor
Historia administrativa
la Venerable Orden Tercera de San Francisco fue la primera de carácter seglar en Occidente, caracterizada por la estrecha hermandad que tenían los miembros entre sí y con los religiosos de la primera y de la segunda Orden. Está compuesta por hombres y mujeres laicos que deseaban vivir de manera más rigurosa su vocación cristiana y de penitencia, diferenciándose del común de los fieles mediante su filiación a la comunidad Franciscana. Se la llama “Tercera” porque surgió en el año 1221 luego de que San Francisco de Asís hubiera fundado ya la primera de Frailes Menores (1208) y la de Monjas Clarisas (1212). Es la más antigua a nivel internacional y fue aprobada por el papa Nicolás IV en 1289. La congregación de seculares terceros no era ni una cofradía ni una hermandad, sino una auténtica Orden religiosa, con los beneficios y deberes que ello conllevaba por su reconocimiento como tal por parte del papado. Se articula a varios niveles: local, regional, nacional e internacional. A ella también pueden pertenecer los clérigos seculares (diáconos, sacerdotes y obispos), colocándose bajo la Regla pero con sus estatutos particulares. La Regla original que escribieron San Francisco y el cardenal Hugolino no se conservó pero sirvió de base para la escrita en 1228. Los cinco primeros capítulos contenían prescripciones sobre el traje, los rezos y el ayuno; la penitencia y la comunión con los hermanos; la prohibición del uso de armas, maldiciones e insultos; la obligación de visitar y socorrer a los enfermos. La obligación de hacer testamento dentro de los tres meses de ingresar y vivir en paz con los otros. El aspirante debía reconciliarse con el prójimo y restituir los bienes injustamente adquiridos.
Actualmente con el fin de vivir el Evangelio, los miembros se reúnen en comunidades eclesiales que se llaman fraternidades, dedicados al estudio asiduo del Evangelio para llevarlo a sus vidas.
La V.O.T está regida por un religioso franciscano, el rector. El primero de ellos fue designado por el guardián Fr. Ramón Miguel para gestionar la fraternidad del Convento de San Lorenzo y fue Fr. Tomás Orio, nombrado como tal en 1803. Según el auto de visita asentado en el Primer Libro de decretos de visitas de 1798, Fr. Pedro García, visitador y presidente del Capítulo del Colegio, comisionado del Comisario General de Indios Fr. Pablo de Moya, ordenó que: “haciéndose cargo S. P. M. R. que no puede estar con el arreglo y formalidad que es debida la Venerable Orden Tercera de Penitencia tan encomendada de N. S. P. S. Francisco, de las leyes generales de nuestra sagrada religión, y juntamente de las bulas apostólicas sin ministro o superior que la cuide; por tanto para que la de este Apostólico Colegio se formalice y arregle lo mejor que se pueda (atendiendo siempre a las circunstancias del lugar en que nos hallamos), ordena y manda S.P.M.R. que el R.P. Guardián elija y nombre cuanto antes un rector celoso.”
El cargo de rector se elige en cada capítulo guardianal. Las atribuciones y deberes del Rector del Colegio Apostólico San Carlos según lo dispuesto en sus Estatutos Municipales de 1895 son los siguientes: exhortar a los hermanos terceros a practicar actos de piedad y de devoción y a la frecuencia de los sacramentos; instruirlos mediante conferencias y charlas doctrinales; trabajar para que aumente el número de integrantes y atender de manera especial a los hermanos enfermos. Llevará escrupulosamente los libros de vesticiones, de profesiones, de actas y de luminarias y conservará en el archivo toda la documentación referente generada, así como también las peticiones que presenten los postulantes por número de órden y de año. En cuanto a la administración procurará que se cobren con exactitud y puntualidad las luminarias. No podrá introducir ninguna función nueva sin el acuerdo del Discretorio. Su jurisdicción en el año 1895 se extendió a Rosario, San Nicolás y Coronda.
Por su parte al Ministro le corresponde cuidar el funcionamiento de los diversos oficios, y vigilar que los ingresos y los gastos se realicen según las indicaciones aprobadas previamente por el Consejo. (Constituciones OFS).
La primera acta titulada “Nombramiento de Ministro, Discretos y demás oficios de la Orden Terciaria de San Carlos, año 1801 en 16 de mayo”, fue firmada por el guardián del Convento Fr. Ramón Miguel y el secretario Fr. Pedro García. Las primeras autoridades que figuran en el acta constitutiva son: Pedro Luján como primer Ministro y maestro de novicios; Miguel Caballero es instituido hno. discreto, celador y procurador de las limosnas; Juan Diego Jauregui también discreto, síndico y celador. En el cargo de secretario es nombrado el Sr. Marcelino López e instituido vicario de Culto Divino.
Los primeros hermanos terciarios fueron vecinos de San Lorenzo, Pago del Espinillo, Capilla del Rosario, Desmochados y Carrizales. Entre muchos otros, figura como miembro la Sra. María Catalina Echeverría de Vidal, quien cosió la bandera izada por Belgrano en Rosario en el año 1812. Fue sepultada al pie del baptisterio de la Pquia. San Lorenzo Martir.
En el año 2001, la hermandad local celebró los doscientos años de la creación, nombramiento e institución de la primera fraternidad.
Nombre del productor
Historia administrativa
En sus inicios la administración y celebración de los sacramentos era oficiada por y para los miembros de la orden religiosa exclusivamente, es decir que formaban parte del culto interno. Según lo ingresado en el cuaderno de las disposiciones del Colegio de San Carlos, el 2 de septiembre de 1792: “Primeramente se ha levantado en el campo de San Lorenzo una capilla de 8 varas y /media de largo y seis de ancho, en la que se ha colocado un altar y en él una imagen de la Purísima Concepción con corona de plata; y a los lados dos cuadros de San Miguel y San Rafael con sus marcos dorados y por remate un cuadro de San Juan con todo lo demás necesario para celebrar con decencia el Santo Sacrificio de la misa”.
A principios del siglo XIX, después de haberse instalado el convento en San Lorenzo, ante el creciente aumento de la población colindante y por la demanda de la comunidad de recibir atención espiritual, es que los hermanos franciscanos deciden abrir eventualmente y de manera parcial la clausura. Para llevar adelante esta nueva modalidad se gestiona el permiso correspondiente ante las autoridades eclesiásticas y bajo la figura de Templo Conventual se comienzan las prácticas del culto público. El nuevo Templo Conventual era atendido por el rector, nombrado por el padre guardián, y tenía el poder de ejercer el culto público otorgando los sacramentos de la confesión, bautismo, casamiento, y la extrema unción para las personas laicas.
En el año de 1858 el Señor Gobernador de la provincia, Don Juan P. López y el Reverendísimo Señor Vicario Apostólico Paranaénse Miguel Vidal llegan al convento con la finalidad de solicitarle al Padre Guardián Filiberto Dogliani, un altar dentro de la iglesia para que un clérigo seglar ejerciera la cura de las almas. Ante esta petición el Discretorio resuelve como mejor opción que un religioso franciscano sea el encargado de la labor. Aunque no existía una parroquia establecida, en la iglesia se administraban los sacramentos parroquiales a todos aquellos fieles que lo solicitaran y que en su mayoría acudían de las parroquias de Rosario y Coronda con la autorización de sus párrocos, siendo las partidas remitidas a las parroquias correspondientes.
En julio de 1859 la capilla San Lorenzo Mártir fue elevada al rango de parroquia por el vicario apostólico de Paraná Miguel Vidal, extendiéndose su jurisdicción territorial desde el río Carcarañá hasta el arroyo Ludueña y del río Paraná hasta los límites de la provincia de Córdoba.
A partir de la década de 1930, la parroquia pasó a ser sede de la Junta parroquial y las comisiones directivas de hombres, mujeres y jóvenes de la recientemente creada Acción Católica Argentina, funcionando como espacio de encuentro y organización de actividades varias por parte del laicado militante católico de la ciudad de San Lorenzo.
En el año 1958 la parroquia celebró con pompa su Centenario. Para la organización de los festejos se constituyó una Comisión Pro Centenario que se encargó de los preparativos, de recaudar fondos y de organizar junto al párroco obras de remodelación del edificio, que implicaron el levantamiento del piso y la remoción y traslado de los restos de personas insignes que se encontraban sepultadas allí.
En el año 2021, cuando la orden franciscana se retiró oficialmente de la ciudad de San Lorenzo, siendo trasladados los últimos religiosos a otras casas conventuales de la zona, la parroquia fue entregada formalmente al clero diocesano.
Institución archivística
Historia archivística
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Alcance y contenido
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Condiciones
Idioma del material
Escritura del material
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